Las jacarandas nos muestran el camino.
Ellas ya empezaron a florecer y llenar de color las calles, los parques y los patios familiares. Nos manifiestan que hay vida más allá de la pandemia y podemos decir con alegría que sobrevivimos a la soledad y al encierro, también que hemos despedido con tristeza amores y amistades. Nos dicen que la ausencia de los contactos físicos, de los perfumes y aromas de los seres que amamos, de los murmullos y olores recordados, de la sopa de la abuela, del calor de una caricia y la mirada que se acompaña con los apapachos de los afectos construidos y todo ello nos ha permitido valorar cada uno de los detalles y agradecer el recuerdo y el valor de una palabra, de un gesto y las presencias añoradas.
A la Sombra de la Jacaranda
En nuestro favor, podemos anotar, que hemos reencontrado nuevos y viejos afectos, que hemos descubierto otras maneras de comunicación y acompañamiento. El tema de esta segunda etapa de la Jacaranda-Covid nos lleva a sentir que su sombra nos puede evocar muchos recuerdos y nostalgias; así como también nos da la certeza de que nada es para siempre. Esta sombra nos da abrigo y espacio para pensar, son tiempos de soltar las hojas para tener energías y oportunidades para preparar la floración, así como otorgar nuevos colores a la vida y con ello tratar de ser un poco más humanos para de verdad compartir nuestra presencia con la de todos los seres vivos de este planeta azul.
Reciban con estas palabras la invitación a participar
con una fotografía de la sombra de una jacaranda.
Envíen con ella los siguientes datos:
-
Autor
-
Titulo, (¿qué te evoca la sombra y su contexto?)
-
Fecha y lugar de la toma
-
Mil gracias y mil cariños
Ofelia Murrieta
Correo de recepción: